Uno crece

Cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.

Cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.

Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.

Cuando asimila lo que deja hacia atrás, construye lo que tiene por delante y proyecta lo que puede ser el porvenir.

Cuando se supera, se valora, y sabe dar frutos.

Cuando abre camino dejando huellas, asimila, experiencias, y siembra raíces.

Cuando se impone metas, sin importarle comentarios, ni prejuicios.

Cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor, sin importarle los otros pareceres.

Cuando es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento, y humano por nacimiento.

Cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca el camino aunque se levante el polvo.

Cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse con residuos de flores, y capaz de encenderse con residuos de amor.

Cuando ayuda a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.

Cuando se planta para no retroceder, cuando se defiende como águila para no dejar de volar, cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.

Entonces... ¡¡¡UNO CRECE!!!

Autor Desconocido

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