Si me amas

No llores si me amas.

Si conocieras el don de

Dios, y lo que es el cielo.

Si pudieras oir el cántico de

los ángeles y ver la vida hecha.

Si pudieras ver

desarrollarse ante tus ojos

los horizontes, los campos

y los nuevos senderos que atravieso.

Si por un instante pudieras

contemplar como yo, la belleza

ante la cual las bellezas palidecen.

Tú me has visto, me has

Amado en el país de las sombras.

Y no te resignas a verme y amarme

en el país de las imitables realidades.

Como ante la muerte voy a ir

a romper tus ligaduras,

como he roto las que a mí me ataban.

Cuando llegue el día que Dios

ha fijado y conoce.

Y tu alma venga a este cielo,

el que te ha precedido a la vida

ese día volverás a verme

sentirás que te sigo amando.

Que te amé.

Encontrarás mi corazón

con todas sus ternuras purificadas,

volverás a verme en transfiguración

juntas y felices.

Ya no esperando la muerte,

sino avanzando contigo.

Te llevaré de la mano

por los senderos nuevos de luz.

Enjuga tu llanto, y no llores si me amas.

Poema de San Agustín

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